Los desafíos de la educación en el siglo XXI han generado innovaciones en la investigación educativa. La enseñanza de conocimientos de forma mecánica y repetitiva ha quedado en el pasado y bajo las condiciones del mundo actual, se promueve una educación para favorecer el acceso, la aplicación y la contextualización del conocimiento, acorde con los retos que nos demanda las sociedades contemporáneas
El enfoque por competencias ha tomado fuerza en el ámbito educativo en los últimos años, y parece frecuentemente recomendado por la UNESCO. Algunas ideas centrales de este enfoque se resumen en cuestiones como la de aprender a conocer, aprender hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.
Como una primera aproximación podemos afirmar que el enfoque por competencias no tiene que ver con la competitividad, si no que es un concepto holístico de la educación, que abarca la apuesta en práctica conjunta e interrelacionada de conocimientos, habilidades, actitudes y valores.
Las competencias en el terreno educativo tienen diversas lecturas, pues hay quien le atribuye más peso a conocimientos, o habilidades y destrezas, o las actitudes y valores. La competencia hace referencia al conjunto de capacidades que se consiguen por la movilización combinada e interrelacionada de conocimientos, habilidades, actitudes, valores, motivaciones y destrezas.
Se considera uno competente debido que al resolver un problema o una cuestión, tiene que ver con el desarrollo y educación para la vida personal, además de la capacidad de recuperar los conocimientos y experiencias, aprender en equipo, logrando una adecuada interacción con el contexto social.
Son las condiciones que tiene uno como docente, para asegurar que el proceso de enseñanza – aprendizaje se desarrolla en forma eficaz y eficiente asegurándose con esto con el apoyo de una buena planeación, impartición y evaluación, para que de esa forma los alumnos sean los más beneficiados.
Esta orientación educativa no es completamente nueva, desde la época de los noventa, el constructivismo adoptado en los programas de estudio de 1993, apuntaba ya en esa dirección. Lo interesante de este enfoque por competencias, es que retoma diversos aspectos de la filosofía, la pedagogía, la sociología y la psicología educativa, para lograr una formación integral y holística de uno como persona. Los conceptos constructivistas apelan al reconocimiento del aprendizaje significativo como el protagonista de este proceso.
Si he revisado mi practica, después de cada termino de ciclo escolar he modificado mi practica aspectos como la elección de contenidos, la planeación de actividades, que recursos utilizo, la forma de enseñanza, que evaluó, y como organizo el grupo.
Realizo sesión para comprobar el cumplimiento de las expectativas y compromisos individuales y grupales que se plantearon al inicio del curso.
Analizo mi propio desempeño con base a mi planeación, como en los resultados de la evaluación diagnostica, formativa y final, a fin de de establecer estrategias que mejoren y enriquezcan mi práctica docente.
En la enseñanza basada en competencias las tareas de planeación, impartición y evaluación cobran un valor incalculable, debido a que son las que nos permiten organizar guiar el aprendizaje, favoreciendo las capacidades y habilidades de los estudiantes de una forma significativa.
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